Esta ruta nos transportará a escenarios de espiritualidad marcado por los ríos Miño y Sil que, a su paso entre las montañas, van moldeando un paisaje único que esconde la mayor concentración de construcciones religiosas de estilo románico en Europa.
LUGAR SALIDA: Balneario.
DURACIÓN RUTA: Entre 4-5 horas.
HORA SALIDA: Según época año: Aproximadamente entre 15:00 y 16:00 horas.
GUÍA: Si, acompañamiento durante toda la jornada.
TRANSPORTE : incluido.
INICIO RUTA: Salida del Balneario, entre 45 y 55 minutos en autobús, dependiendo del Balneario, hasta el mirador de Cabozoás.
PARADA 1 de la RUTA: Mirador de Cabozoás (30 minutos):
Iniciaremos la Ruta con una visita al al Mirador de Cabezoás, una de las múltiples imágenes icónicas de la Ribeira Sacra.
La plataforma metálica del Mirador de Cabezoás se adentra un poco dentro del cañón, suspendida en el aire proporcionando unas vistas impresionantes.
Desde la plataforma metálica del Mirador se tiene unas vistas inmejorables del cañón del rio Sil.
Desde el Mirador de Cabezoás no sólo podremos observar el curso del río sino también el efecto de la erosión en las paredes de roca
La plataforma metálica del Mirador de Cabezoás se adentra un poco dentro del cañón, suspendida en el aire proporcionando unas vistas impresionantes.
DESPLAZAMIENTO: 25 minutos en autobús hasta San Pedro de Rocas.
PARADA 2 de la RUTA: Monasterio de San Pedro de Rocas (45 minutos)
Seguimos con nuestra Ruta con la visita al Monasterio de San Pedro de Rocas.
Visitaremos el Monasterio de San Pedro de Rocas que es único por estar excavado en roca. Declarado monumento histórico-artístico en 1923, forma parte de la Ruta de las Iglesias Luciérnagas de la Ribeira Sacra.
El Monasterio data del año 573 y aparece estrechamente relacionado al evangelizador de la época nueva.
El Monasterio fue uno de los primeros de la ‘Rivoyra Sacrata' y es muy probablemente el más antiguo conservado de Galicia y uno de los de Europa.
Visitaremos el Monasterio de San Pedro de Rocas que es único por estar excavado en roca. Declarado monumento histórico-artístico en 1923, forma parte de la Ruta de las Iglesias Luciérnagas de la Ribeira Sacra.
DESPLAZAMIENTO: 25 minutos en autobús hasta los Balcones de Madrid.
PARADA 3 de la RUTA: Los "Balcones de Madrid" (30 minutos).
La Ruta nos conduce a los “Balcones de Madrid”.
Los Balcones de Madrid deben su curioso nombre a que en este punto despedían las esposas a sus maridos barquilleros, al partir a cualquier viaje largo, y fueren a donde fueren, decían que iban a Madrid.
La panorámica desde los Balcones de Madrid es espectacular, abajo las aguas del río, el santuario de Cadeiras en la otra orilla, la llanura de Monforte como horizonte y las tierras altas de Trives hacia el este.
En los Balcones de la Madrid nos encontramos nuevamente ante la inmensidad de la belleza contemplada desde una atalaya privilegiada.
Los Balcones de Madrid deben su curioso nombre a que en este punto despedían las esposas a sus maridos barquilleros, al partir a cualquier viaje largo, y fueren a donde fueren, decían que iban a Madrid.
DESPLAZAMIENTO: 20 minutos en autobús hasta el Parador Nacional de San Estevo.
PARADA 4 de la RUTA: Parador Nacional de San Estevo.
La última parada de la Ruta nos lleva al Monasterio de San Estevo, hoy convertido en Parador Nacional.
Este Monasterio benedictino, situado en pleno centro de la Ribeira Sacra, espacio natural de original belleza donde confluyen los ríos Miño y Sil, es uno de los centros monásticos de Galicia y es hoy uno de sus referentes turísticos.
El Monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, que actualmente está transformado en Parador Nacional de Turismo, está reconocido como uno de los mejor valorados de España.
El restaurante del Parador abre la naturaleza al interior del Monasterio a través de grandes arcos acristalados.
Este Monasterio benedictino, situado en pleno centro de la Ribeira Sacra, espacio natural de original belleza donde confluyen los ríos Miño y Sil, es uno de los centros monásticos de Galicia y es hoy uno de sus referentes turísticos.
VUELTA: A las 20:00 h aproximadamente se iniciará el camino de vuelta hacia el balneario y tras un tiempo entre 30 y 50 minutos de camino de vuelta, en función del balneario, volveremos a descansar en el establecimiento termal de una auténtica aventura visual.